¡A MI HIJ@ NO LE GUSTA LEER!

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Cosechar el hábito de la lectura en los más pequeños de la casa en ocasiones suele ser una de las tareas más arduas que pueden enfrentar los padres. Vivimos en una sociedad donde predominan las tecnoculturas y las ciberplagas, es mucho más sencillo que tu hij@ le tome cariño y se “acostumbre” a ver tv, usar el teléfono o la computadora que adquiera el hábito de la lectura (les recomendamos nuestros libros escuela para padres II y Prevención Juvenil II donde profundizamos los temas de las tecnologías en los niños y jóvenes. Adquiérelos en http://www.fundamicom.com/articulos.php?art=66).

Pese a esto como padres es nuestro deber principal dejar un legado positivo en nuestros hijos y ofrecerles las herramientas que los ayudarán a alcanzar el éxito en el futuro y sin duda esto implica que podamos cultivar en ellos el hábito de la lectura. Es fundamental para que cualquier ser humano pueda manejarse en ésta la llamada era del conocimiento, así mismo es la herramienta que los ayudará a ser futuros profesionales. Hoy en día es triste ver como muchos jóvenes no dominan la lectura corrida, no poseen un lenguaje amplio y al contrario cada día conocen menos palabras y sus significados, otros sufren de muy mala ortografía y redacción y todo ¿por qué? porque no se les pudo cultivar el hábito de tomar un libro y disfrutarlo.

Hoy quiero darte importantes herramientas de ayuda para que las apliques y las practiques con tus hijos:

  1. Los niños ven los niños aprenden: Si como padres no leemos ¿con que moral les diremos: ¡lee!. Recuerden nos reproducimos en lo que somos no en lo que decimos. Si tú mism@ no tienes el hábito es una excelente oportunidad para tomarlo junto a tus hijos
  2. Puntualiza que lo principal siempre será que los niños entiendan lo que lean: No sirve de mucho que lean sin entender. Que cada palabra nueva pueda ser un alto en la lectura para explicar, igualmente en la redacción, la acentuación y pronunciación. Recuerda no es leer por leer, es leer para aprender
  3. La lectura no es un castigo: Muchos padres cometen el gravísimo error de castigar leyendo. Frases como: “Te portaste mal apaga el TV y ponte a leer” el mensaje es claro: TV bueno y es para disfrutar y la lectura es porque algo hice mal
  4. Revisa las lecturas: Como padres debemos en todo ser un filtro y decidir si el material es apto o no para nuestros hijos, acorde a su edad, conocimiento y nivel en general
  5. Comparte la lectura: Lee junto a ellos emociónate con lo que lees que la lectura del cuento los atrape a ambos
  6. Llévalo a librerías y bibliotecas: Que poco a poco pueda escoger sus lecturas, primero cuentos, historias, hasta comiquitas inclusive. Que se involucre en el proceso y que no sea “alérgico” a los libros
  7. Si ya leen solos pídeles reportes, pregúntales, diles que te cuenten la historia, que sienten por los personajes, que creen que pasará
  8. Que lea siempre su cuaderno de tareas: Como mínima lectura diaria deben ser las tareas. No sirve de mucho fomentar las lecturas externas cuando las de las tareas y observaciones de los maestros no las leen
  9. Si le gusta una película que proviene de un libro y es posible (económicamente, emocionalmente y hasta espiritualmente hablando) cómprales el libro
  10. Fomenta un lugar ideal para la lectura: Logares con poca luz, incómodos, con distracción, con mucho calor o mucho frio hacen de la lectura una tortura. Un espacio pensado e ideado para leer cómodo amplio un ambiente de preguntas y respuestas que motive a tu hijo a seguir leyendo todos los días

Hoy como padres y madres debemos tomar conciencia en que valores estamos sembrando para nuestros hijos, no es posible que simplemente “a él o ella no le gusta leer” y ya nos quedamos ahí sin revisar ¿por qué?, ¿en qué estoy fallando?, ¿qué se puede mejorar?. Cosecharemos la calidad de hijos que hemos sembrado entonces ¿qué clase de hijos estoy educando?. La lectura será por siempre una de las aliadas más importantes para el desarrollo de cualquier persona y determinará en muchos casos incluso hasta su nivel de conocimiento. No dejes que los años pasen y que no puedas ya ayudarle a tomar ese hábito porque sufrirá en la escuela, liceo, universidad y toda la vida. Ayudemos a nuestros hijos a ser mejores cada día fomentando y estimulando en ellos el hábito y disfrute de la lectura.

Salmos 127:4 Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud.

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